viernes, 22 de agosto de 2014

Mujeres que caminan con los osos

"Zelda and Klaus of the Black Forest",  ilustración de Mary Alaine Thomas
Hoy quiero compartir con vosotros una serie de ilustraciones que llevo recopilando desde hace algún tiempo en las que aparecen osos y mujeres. Son imágenes que me llaman la atención, tal vez porque a los veinte años tenía sueños recurrentes con osos amaestrados (y siempre me despertaba triste, no me gustaba nada ver a un animal tan imponente comportándose como un perrito faldero). Además, por casualidad, el verano pasado conocí a un domador de osos y a su novia -que había sido la ayudante de un mago-, y, aunque su español no era muy bueno y mi inglés peor, el relato de sus vidas en el circo donde se conocieron me pareció muy curioso.


Ilustración de Emilia Dziubak

Creo que ya he comentado alguna vez que me encantó Brave (Indomable) -2012-, la película coproducida por Walt Disney Pictures y los estudios Pixar, donde se narra la historia de una princesa que debe deshacer el hechizo que ella misma ha provocado y que ha convertido a su madre en un oso. También recuerdo la impresión que me causó  El Hotel New Hampshire (1984), filme basado en la novela de John Irving del mismo título, con su saga de osos encarnando el espíritu de la familia protagonista  y el personaje de Susie (interpretada por Nastassja Kinski), una muchacha que se cubre con una piel de oso para protegerse del mundo. 


"Guardians", ilustración de Jackie Morris
Como con las reformas tengo la casa muy revuelta estas semanas, no me animo a buscar mis apuntes de mitología griega de la universidad, pero recuerdo que el oso estaba, como otros animales del bosque, consagrado a la diosa Ártemis (o Artemisa). Ártemis, gemela de Apolo, era una divinidad salvaje, “la señora de las Fieras”, arquera imbatible, virgen esquiva, defensora de la naturaleza y ayudante en los partos de las mujeres. Si su hermano Apolo presentaba los atributos del Sol (luz, discernimiento, calor, elevación, masculinidad, vastedad, etc.); Artemisa personifica a la Luna y todo lo que ésta nos evoca: la noche, los ciclos naturales, la fertilidad de los campos, lo femenino, lo inexorable,...Ártemis era protectora de lo que crece y, por tanto, de los niños y, especialmente, de las niñas. En Las diosas de cada mujer (Ed. Kairós, 1994), Jean Shinoda Bolen explica que “El oso era un símbolo adecuado de su papel protector de las jóvenes (las jóvenes pubescentes griegas se consagraban a Artemisa, y bajo su protección se las llamaba arktoi u “osas” durante ese periodo todavía indiferenciado de sus vidas)”. Por lo visto, las arktoi celebraban periódicamente rituales en honor a Artemisa, en los que, además de danzar y realizar ofrendas , efectuaban una serie de pasos lentos, solemnes, con la pretensión de imitar los movimientos de un oso

Ilustración de Noemí Villamuza
Me pregunto si esta asociación del oso con el proceso de maduración de una persona no habrá sobrevivido hasta nuestros días en los osos de peluche que regalamos a los niños pequeños. Tiene sentido, ¿no?. Porque el oso -además de recordar una figura protectora, maternal- es fuerte, sólido. No exhibe la agresividad de, por ejemplo, los grandes felinos, pero, desde luego, es poderoso. Esa clase de poder sereno es justo lo que un niño (y también un adulto, claro) necesita para enfrentar el mundo.


                     Ilustración de Diela Maharanie                     
Por otra parte, me gustaría señalar que todas las ilustraciones que he reunido han sido hechas por mujeres. No ha sido nada deliberado, pura "casualidad",  y esto me lleva a pensar que algún aspecto de esta imagen, la del oso y la muchacha, nos atrae especialmente a las mujeres contemporáneas. ¿Qué será? ¿Tal vez un deseo inconsciente de sentirnos bajo la tutela de una diosa-osa como las que se veneraban en la Antigüedad más remota?. ¿O es tal vez que añoramos aquel tiempo en que teníamos tiempo para, simplemente, ser?

Ilustración de Sandra Dieckermann

Creo que muchas mujeres hacemos cosas sin parar y encarando cada actividad como si fuera un tarea que ya tuviera que estar terminada para pasar a la siguiente (si trabajo, debería estar ocupándome de mi familia, cuando me ocupo de mi familia debería descansar; cuando descanso, en realidad, sería bueno que leyera y me cultivara, pero, cuando me dedico a aprender, se me ocurre que, tal vez, tengo abandonados a mis amigos o a mi pareja y eso no está bien, seguro que se enfadan, etc.). Siempre hay actividades por hacer, lugares a donde ir, deseos de estar mejor.

Boceto para Lore and the Little Star realizado por
Jessica Boheman
("Bedtime Stories" for "Lore and the Little Star" © Jessica BOEHMAN
(Artist. New York, NY) Prints available at Artist SHOP).
A este respecto, un dato sobre la vida de los osos que me resulta muy interesante: estos animales tienen una tasa de natalidad baja , es raro que las camadas sean de más de dos crías, y, como la madre puede pasar hasta tres años con los oseznos, no siempre se reproducen anualmente. Además,   “en algunas especies de osos las hembras tienen la capacidad de impedir que el embrión se adhiera al útero durante varios meses. Este proceso, llamado “implantación diferida”, le permite determinar cuándo el tiempo del nacimiento de los cachorros será correcto, por lo general el nacimiento coincide con el tiempo en que la madre está hibernando en una cueva o guarida. Las crías (...) son capaces de alimentarse del cuerpo de la madre hasta que ésta despierta”. ¿No os parece que esa peculiar habilidad nos enseña algo sobre la calma, sobre respetar nuestros biorritmos, sobre la gestión del tiempo y la gestación de nuestros proyectos?. A mí, desde luego, me inspira a sentirme más libre y menos culpable por no hacer,  ni ir, ni estar; por, simplemente, tratar de ser.
Y esto es subjetivo, pero me da la impresión de que algo de esa idea se proyecta en estas ilustraciones que  os presento y que convendréis conmigo que son a cada cual más evocadora. ¡Que las disfrutéis (tranquilamente)!.

2 comentarios:

  1. ¡Precioso e interesante texto sobre la figura del oso! Me gustó la película Brave, pero ahora me queda mucho más claro el sentido de la transformación de la madre en osa. ¡Un cariñoso saludo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Gracias por tu comentario! :) En realidad, es sólo la primera parte. Algún día terminaré de escribir la continuación, porque el símbolo del oso es polifacético y tiene una vertiente masculina (existen, por ejemplo, varios cuentos tradicionales en los que aparece un príncipe que ha sido hechizado por una bruja y convertido en oso y ahí, claro, el significado es distinto). Además sigo encontrando imágenes de osos y mujeres. ¡Es un gran tema! .

      Eliminar